¡Hola equipo! Hoy quiero hablarte de algo en primera persona.
He avanzado mucho gracias a mis mentores y he podido alcanzar día tras día, una mente más lógica y estructurada que a hace muchos años atrás, no tenía. A veces me siento egoísta y no me permite explicar todo lo que vivo. Y menos aún todo lo que siento. Por tal motivo, me atreví a contarte esto, porque sé que puedes cambiar para bien. En el contexto y sin afán de querer convencerte o venderte humos, es la manera de cómo siento alineado los valores que me acerquen cada a día a ser una mejor persona en todos los ámbitos de mi vida. Y en este sentido, cada mañana salgo a la calle en busca de respuestas a preguntas que aún no sé formular. No creo en el destino. Me gusta asumir la responsabilidad de todo lo que ocurre a mi alrededor, pero sí creo en las señales del universo. Esto es algo que no acostumbro compartir, y es que cuando una persona se va de mi vida, pienso: "el universo quiere que me aleje". Y lo dejo ir. Si me muerdo las uñas, me duele el estómago, tengo un sueño poco reparador o sufro una lesión sin motivo aparente, pienso: "el universo quiere que pare". Y paro o busco una alternativa que me mantenga en el camino disfrutando cada nuevo día. A veces el universo, nos envía señales en forma de coincidencias o casualidades, otras veces como noticias o eventos inesperados. También es común que a primera vista parezca una desgracia: un despido, una discusión, una ruptura, una enfermedad… No es que el universo nos quiera dar una patada en el trasero, sino que sabe lo que nos conviene y por eso no nos da lo que queremos sino lo que necesitamos. Y a veces lo que necesitamos son cosas que no comprendemos en ese momento y que nos causan dolor. Por eso, cuando ocurre algo malo en mi vida, algo que no me gusta, intento siempre preguntarme: ¿cuál es la lección que el universo me está tratando de enseñar aquí? ¿Qué está tratando de decirme? De esta manera, consigo cambiar el foco de atención del problema a los aprendizajes y a la solución, y soy capaz de gestionar mejor la situación. Estas "señales del universo" considero que no son más que señales de mí mismo, mi yo más esencial. Cuanto más me alejo de ellas (y trato de agradar a los demás) más sufro. Cuanto más fiel soy a mi naturaleza y a lo que vibra conmigo, más tranquilo me siento. Supongo que esto es algo difícil de explicar, pero me rindo ante una lucha que no existe. Acepto lo sucedido y así ganamos los dos. Este año mi propósito fue no querer cambiar a mi entorno, familia, amigos, clientes, como yo quiero que sean, prefiero ser feliz que tener la razón. Espero pueda servirte, mi filosofía de vida. ¡No sabes qué bien se siente ser libre y aceptar todos los problemas y buscar el lado positivo a todo! Porque si le llamas suerte, te contestaría quizás si, quizás no. LEF KikeOzTrainer Entrenador Personal Los comentarios están cerrados.
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AutorLEF. Enrique Domínguez Polanco. Entrenador en atletas amateur. Archivos
Octubre 2024
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