¿Qué es aquello que todos debemos hacer, pero no lo hacemos y por ende no perdemos grasa?
He visto personas que invierten su tiempo y energía en cosas que no tienen mayor relevancia cuando se trata de perder peso o ganar músculo. Desde lo más básico hasta lo más avanzado, como tomar agua con limón en ayunas, tomar un bloqueador de carbohidratos, ponerse una crema reductora, hasta cuestiones más avanzadas como no perderse la ventana anabólica post- entrenamiento, ciclar carbohidratos, mantener positivo el balance de nitrógeno, comprar la proteína de más rápida absorción, etc... Todos podemos perder peso. Muchas personas ven la pérdida de peso como algo inalcanzable, como algo para lo que no nacieron. Como si algo faltara en ellos que les impidiera perder peso, una enzima, una ruta metabólica, una hormona dañada. El problema viene porque muchos no lo ven posible. Cuando deseas perder peso, pero te faltan ganas o te da pereza, a menudo es porque no sabes cómo perder peso. O también, puede que lo sepas, pero en el fondo no crees que seas capaz de lograrlo y lo ves como algo muy complejo. Y así muchos se terminan convenciendo de que a su cuerpo les falta algo, o que su genética es así, todos son gorditos en su familia, no se puede hacer nada, etc. Pero créeme, el problema no es tu cuerpo, tu cuerpo no tiene nada de malo, o por lo menos no es nada que no se puede solucionar. Y sí, por un lado, es cierta aquella frase que dice cada cuerpo es un mundo; pero en realidad es una verdad a medias, tampoco somos tan diferentes. Tu principal problema es que no te crees capaz. No ves posible el cambio. Puedes empezar haciendo las cosas bien, pero la falta de fe en el proceso puede llevarte al auto-saboteo. Al ser humano le cuesta hacer cambios, se siente cómodo donde está. A lo mejor no está fácil; el cambiar requiere un esfuerzo y evidentemente es más cómodo quedarse en donde uno está; con los mismos hábitos y en el mismo lugar. Para evadir el hecho de que en el fondo no quieres esforzarte, te empiezas a convencer de que perder peso es una meta superficial, de que "ya estas muy viejo/a", que "tienes las hormonas desequilibradas", que "el que te quiere te debe querer así de gordito/a" etc. Es decir, empiezas a justificarlo para sentirte mentalmente más cómodo, cuando en el fondo lo que realmente quieres es tener menos grasa corporal. Y no me mal interpretes, no tengo nada en contra de las personas que tienen sobrepeso y se sienten bien con ellas mismas. El problema son las personas que tienen ese deseo, pero no se ven capaces de hacerlo. "Es algo muy difícil, es muy complejo" A eso se le suma tu experiencia pasada, el hecho de que has intentado miles de dietas o métodos, pero nada parece funcionar. Desde los masajes reductores, las pastillas adelgazantes, contar calorías, nada de eso parece funcionar. Al final, terminas volviendo a los hábitos alimenticios que te hacen engordar. A eso le podemos sumar el ambiente obesogénico en el que vivimos, a que nuestra familia no contribuye, a que nuestra dieta es restrictiva y nos hace pasar mucha hambre, a que tenemos poco tiempo o que los carbohidratos son muy ricos y que quitárnoslos nos ocasiona ansiedad, entre muchas otras. Y no te culpo, es verdad que todo eso influye, pero debes saber que no es determinante. No le debes dar tanto poder. Tú tienes el poder, debes responsabilizarte totalmente por tu cambio. El que quiere puede. La intención no es hundir a nadie. Simplemente quiero decir que todos podemos perder grasa, pero no nos gusta hacernos responsables de lo que eso conlleva. No queremos reducir el consumo de cervezas y alcohol, no queremos dejar de comer azúcares, no queremos comer en casa. No queremos comer mejor, ni queremos cambiar nuestros hábitos. No nos gusta hacer cambios ni esforzarnos por algo. Es por eso que el facilismo vende: los masajes reductores, las fajas, los suplementos quema grasa, la dieta de los juguitos verdes, etc. No digo que nada de esto nunca funcione, pero es lo que más se vende y a menudo, lo que menos funciona. No estoy reinventando la rueda, no te voy a dar un método secreto. Nadie lo tiene. Así que, con este post quiero recordarte todo esa basura que abunda en el mundo fitness y con la esperanza de que finalmente lo entiendas. Y por otro lado, estaba comentándote que todos somos capaces de perder grasa. ¿Y por qué digo esto? Porque todos somos seres pensantes y eso significa que todos tenemos la libertad de tomar nuestras decisiones. Es decir, podemos elegir entre lo bueno y lo malo. Entre lo que nos conviene y lo que no. Si te das cuenta, nuestra vida es el resultado de las decisiones que hemos tomado. Probablemente si estás leyendo este post, es porque has tomado decisiones que te han hecho engordar. Responsabilízate por esas mal sanas decisiones, pero sin darte golpes de pecho. Simplemente sé consciente de que el primer requisito para cambiar es reconocer en qué estamos fallando. Si evadimos lo que hacemos mal tanto consciente como inconscientemente, no podemos corregirlo y por lo tanto no es posible el cambio. Además, cuando se habla del cuerpo, este es bastante moldeable, agradecido, se adapta al cambio, tanto al sedentarismo como a la actividad física, o a lo que sea que hagas con él. Cambiar el cuerpo parece difícil pero no lo es. Se cambia con la suficiente determinación (queriéndolo) esfuerzo y perseverancia. Esto aplica a todo lo que quieras hacer con él, tanto ganar músculo o perder grasa. Cambiar el cuerpo depende de nosotros mismos y lo más importante es que tenemos el control sobre él. LEF. KikeOzTrainer Entrenador Personal Los comentarios están cerrados.
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AutorLEF. Enrique Domínguez Polanco. Entrenador en atletas amateur. Archivos
Abril 2025
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