Pensamos siempre al músculo erróneamente como un simple elemento estético o un instrumento para la competición deportiva, pero este órgano tiene implicaciones decisivas tanto a nivel inmunológico como metabólico.
Una de las consecuencias del sedentarismo y, por ende, de un déficit de masa muscular es la incapacidad del músculo de captar glucosa por falta de estímulo. El disparador de la resistencia a la insulina y, a más largo plazo, la causa de enfermedades como la obesidad o la diabetes. El músculo también es fundamental por su cantidad de mitocondrias. La mitocondria es un orgánulo responsable de la producción de ATP: unidad básica de energía en el cuerpo y necesaria para cualquier reacción que se produzca. Todos los órganos tienen mitocondrias (y el hígado es uno de los que más tiene), pero se utilizan para el funcionamiento del propio órgano. En cambio, el músculo puede donar energía al resto del organismo si fuera necesario. Si nuestro tejido muscular no es sano, no tendrá suficientes mitocondrias para alimentar a nuestro sistema inmune, y una reacción inmune acabará robando energía de órganos vitales, con consecuencias importantes para nuestra salud. Finalmente, debemos resaltar que la actividad física no solo nos permite mantener nuestro sistema muscular, sino que también es beneficiosa para la reducción del estrés, el cual constituye amenaza para nuestro sistema inmune dados los constantes estímulos estresantes recibidos de manera diaria en la actualidad. LEF. KikeOzTrainer Entrenador Personal Los comentarios están cerrados.
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AutorLEF. Enrique Domínguez Polanco. Entrenador en atletas amateur. Archivos
Octubre 2024
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