La vida pasa y cuando queremos darnos cuenta es demasiado tarde y se nos está escapando como el agua entre los dedos. Por eso, es mejor enfocar cuanto antes lo que es realmente importante.
Sin duda, uno de los principales peligros de la procrastinación es el conocido como “Síndrome del coyote”; que viene a decir que si empiezas algo y no lo terminas, la sensación de insatisfacción se apodera de tu vida y no lo conseguirás nunca. Este síndrome se toma de los dibujos animados que a mediados del siglo XX creó Warner Bros: “El Coyote y el Correcaminos”. ¿Si recuerdas esta serie? En ella, un peculiar coyote ingeniaba todo tipo de artilugios para capturar a su rival, llamado Correcaminos. El Coyote está siempre muy cerca de atrapar al Correcaminos pero durante la trama, en cada episodio fracasa y todas sus elaboradas estrategias terminan mal para el mismo. El síndrome del coyote se define como el hecho de renunciar a una idea tras fracasar en el primer intento y desestimarla por su inutilidad. El Coyote no aprende de sus errores, si lo hiciera y se pusiera a corregir lo que salió mal en su estrategia anterior en lugar de cambiar totalmente de método y estrategia, probablemente habría capturado al Correcaminos antes del tercer episodio. En el mundo del entrenamiento y la nutrición es bien conocida la cantidad de posibilidades que hay de cara a alcanzar un mismo objetivo de composición corporal, pero tras probar un método, ya sea en el entrenamiento, la fuerza, hipertrofia, selección de los mejores ejercicios según la ciencia, etc., y en la nutrición, dieta paleo, dieta flexible, dieta cetogénica, dieta vegetariana,etc. El individuo tiende a abandonar su rutina o su dieta, detrás de un mensaje seductor que le promete los mismos resultados pero de una forma más rápida y menos exigente, y esto, compañero deportista, se trata de un error frecuente independientemente del camino que hayamos elegido. Dejarse desanimar y abandonar por la falta de resultados a corto plazo o peor aún por no obtener resultados tan rápido como nos gustaría. Debemos entender que la constancia, paciencia y la determinación acompañada de la disciplina hacia lo esencial producen mayores resultados que cualquier método o programa milagroso que se valga de técnicas desarrolladas de marketing. Ya lo dice la Biblia en una de sus parábolas, “El que es fiel en lo menos, también es fiel en lo más”. Esto no reduce el esfuerzo ni el sudor que habremos de dedicar en el trayecto, pues en lugar de 20 días quizás debas hacerlo en 100 para obtener resultados. Si trasladamos esa filosofía al mundo real; por ejemplo, tal vez resulte más efectivo ser fiel a una manera en concreta de comer que más encaje con tu forma de vida que cree esa adherencia, qué pasar saltándote de dieta en dieta. En otras palabras, lo que debería tener en cuenta es una estrategia a largo plazo. Una vez hayas optado por una estrategia persevera y mejora poco a poco. Analiza, observa tus puntos fuertes y fortalécelos. Analiza los puntos débiles y aporta correcciones y sigue adelante ya verás como tarde o temprano consigues resultados. Equipo, el perfeccionismo es un tipo de procrastinación. El mayor error que puedes cometer, es creer que no vas a cometer ninguno. Albert Einstein decía que si no estás cometiendo errores es probable que no estés haciendo nada nuevo. Las personas acostumbramos a abrigar un concepto tan elevado de nosotros mismos: qué tememos, lo que otros puedan pensar, cuándo nos equivocamos. De hecho ha llegado el caso que puede traducirse en vergüenza y paralización. Algún día tu piel estará arrugada, tu pelo comenzará caerse y el dolor de tus huesos te va a impedir hacer lo que antes salías hacer en tu juventud y quizá entonces desearás haber sido valiente y no haberte dejado vencer por la vergüenza de sentirte especial. Al margen de lo que otros piensen no vale con pensar lo que eres, necesitas que lo grité cada célula de tu cuerpo. Séneca, el filosofo estoico mencionaba que todos los tontos tienen una cosa en común, siempre se están preparando para empezar: “el lunes empiezo, todavía no, aún es pronto, ahora no”. Y lo que realmente pasa es que nunca empiezan. De hecho, no pasar a la acción y hacer lo que hace falta, no es actuar. Equipo, todo lleva tiempo pero con entrenamiento y disciplina llegaremos a donde nos propongamos. Debes grabarte a fuego: “Empieza hoy”. Debes dejar de posponer y retrasar. Debes pasar a la acción. Debes empezar, si lo que te preocupa es el precio de empezar, deberías empezar a preocuparte por el precio de quedarte dónde estás. LEF. KikeOzTrainer Entrenador Personal Los comentarios están cerrados.
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AutorLEF. Enrique Domínguez Polanco. Entrenador en atletas amateur. Archivos
Octubre 2024
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